El martes pasado, 22 de noviembre, se registró un fuerte terremoto de magnitud 7,3 en horas de la mañana, afectando al este de la isla de Honshu, Japón. La misma zona había sido devastada en marzo de 2011 luego de un fuerte sismo y posterior tsunami. Recordemos que aquel terremoto había provocado la fusión nuclear de la planta de Fukushima.

Una vez registrado el sismo del martes pasado, las autoridades rápidamente activaron la alerta de tsunami y pidieron a los ciudadanos de Fukushima y otras tres regiones que abandonaran la costa y se refugiaran en zonas elevadas. Pero tras la alarma inicial, el Gobierno rebajó la alerta e informó que no hay víctimas ni se han producido daños significativos.En el alerta inicial se esperaban olas de hasta 3 metros pero, como vemos en el video, lo que inicialmente era un tsunami riesgoso terminó siendo un oleaje suave y común (¡hemos visto olas mas grandes en un día con viento en la Laguna de Chascomús!). Las olas registradas alcanzaron una altura mucho menor a la esperada, siendo el máximo de tan sólo 1,40 metros por lo que el fenómeno no revistió ningún tipo de gravedad.