En O’Higgins hubo voladoras en techos en mas de 20 hogares, además de un herido confirmado. También se derribaron árboles y postes de electricidad, estando parte de la localidad sin luz. En Chacabuco se reportó además un techo volado en la zona del acceso Juan XXIII.

El delegado de la localidad de O’Higgins, Javier Romero, comentaba hoy que “volaban chapas por todos lados, postes de luz y teléfono caídos, árboles, era increíble. Uno veía acoplados cortados al medio”. Agregó que “esto es un desastre, nunca nos tocó una cosa así”. “Hay 20 techos como mínimo que se volaron, además de tinglados, celdas, silos”, concluyó.

Sobre los daños a personas, comentó que afortunadamente “no hubo lesionados graves, sólo un herido en una mano”. “Lo único positivo es que no hay que lamentar víctimas”, añadió.

En 25 de Mayo también se sintió con gran intensidad el paso de la supercelda. Gran parte de la localidad permanece aún sin luz, además de haber sufrido importantes daños en comercios del centro, caída de árboles y postes de luz.

Por otro lado, en el Kilómetro 237 de la ruta nacional 7 (a la altura de Junín), las fuertes ráfagas de viento volcaron una combi que viajaba en dirección a Merlo, Gran Buenos Aires. Lo mismo ocurrió con un camión en el Kilómetro 232, en donde el chofer debió tirarse contra la banquina luego de perder el control de su vehículo. Gracias a esta maniobra evitó volcar.

Finalmente, en Arrecifces se derrumbó la enorme pared de una fábrica metalúrgica abandonada. Si bien los fuertes vientos de la celda que atravesó esa localidad contribuyó, hay que destacar que la pared estaba en malas condiciones y se estaban realizando trabajos de demolición.

De todas formas los vientos fueron sin duda intensos, ya que también se registraron varias voladuras de techo en el barrio de las 350 viviendas, además de la caída de postes de luz.

Desde nuestra página de Facebook estuvimos haciendo un seguimiento de ambas superceldas, asociadas a eventos de tiempo severo. Una de ellas, además, se dirigió en curso a Capital Federal y alrededores, pero afortunadamente se debilitó unos kilómetros antes de ingresar al área metropolitana, llegando como una tormenta común y aislada.