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Inundaciones dejan muertes y caos en Sudán

02/09/2024
Inundaciones repentinas han afectado áreas de Sudán durante las últimas semanas, dejando mas de 60 muertos y viviendas destruidas.

En el este de Sudán, la región de Arbaat fue escenario de una tragedia que sacudió al país. A mediados de agosto de 2024, la represa de Arbaat colapsó bajo la presión de intensas lluvias, que comenzaron hace ya dos meses, causando la muerte de al menos 130 personas y afectando profundamente a las comunidades locales. La represa de Arbaat suministraba agua potable a la ciudad costera de Puerto Sudán, donde tiene su base principal el Ejército sudanés.


La represa de Arbaat, ubicada en una región que ya estaba lidiando con lluvias intensas y fluctuaciones climáticas, cedió repentinamente, liberando una cantidad masiva de agua que inundó aldeas y destruyó hogares. Más de 50,000 personas se vieron directamente afectadas por el colapso, y muchas de ellas quedaron desplazadas, sin acceso a refugios seguros, alimentos, ni agua potable. El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha señalado que además 70 aldeas cercanas a la presa se han visto afectadas, así como 70 escuelas, y que miles de animales están desaparecidos. Si bien las autoridades locales han cifrado en 30 los muertos, las agencias humanitarias temen que el número sea "mucho mayor", teniendo en cuenta las personas que se encuentran desaparecidas y las desplazadas.

Represa de Arbaat.


Si bien los temporales llegan cada año entre julio y septiembre en esta región, los pronósticos apuntan a que las inundaciones del corriente año podrían ser incluso mayores que las ya históricas de 2021 y 2022. Estos extremos se han visto exacerbados por el cambio climático que, sumado a problemas económicos y a la guerra de la vecina Sudán, terminan creando una crisis humanitaria.


Los equipos de rescate han trabajado incansablemente para encontrar a los desaparecidos y brindar asistencia a los sobrevivientes, pero las condiciones de la zona, sumadas a la falta de infraestructura adecuada, han dificultado los esfuerzos. La inundación no solo ha destruido viviendas y propiedades, sino que también ha arrasado con cultivos, lo que plantea una grave amenaza a la seguridad alimentaria de la región. Durante la jornada del lunes 38 camiones con ayuda humanitaria han cruzado por el paso de Adré desde Chad a Sudán, después de que la semana pasada comenzaron a pasar convoyes tras llegar a un acuerdo en el marco de la guerra civil.

Más de 50.000 personas se vieron afectadas por las torrenciales lluvias y la rotula de la represa.


El colapso de la represa de Arbaat no sólo ha puesto en evidencia ciertas carencias que Sudán posee en cuanto a infraestructura resistente y respuesta a desastres, sino que también ha exacerbado el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, que ya había comenzado a propagarse debido a las malas condiciones sanitarias en las áreas afectadas. Los hospitales locales, ya sobrecargados, están luchando por atender a los enfermos y heridos, y se teme que el número de muertos podría aumentar si no se controlan las condiciones insalubres.


El pueblo de Arbaat, al igual que muchas otras comunidades en Sudán, enfrenta ahora una larga y ardua tarea de recuperación. La reconstrucción no solo deberá enfocarse en reparar los daños, sino también en fortalecer la capacidad del país para resistir futuras crisis climáticas. Mientras tanto, la comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para proporcionar la ayuda necesaria y apoyar a Sudán en su proceso de recuperación. Este evento sin dudas dejará una profunda cicatriz en la región, y perdurará como un sombrío recordatorio de la fragilidad humana frente a los desastres naturales.

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