Entre las hipótesis que se manejan desde la opinión pública, se encuentran las de un tornado, varios tornados pequeños o el fenómeno de microrráfagas o "microbursting".
A favor de la hipótesis de uno o varios tornados, se encuentra el hecho de que se observan daños que podrían ser consistentes con este tipo de actividad: Los daños más intensos parecen seguir una especie de sendero en algunos casos (observados en Quilmes y Morón, por ejemplo).
Existen además de algunos testimonios de personas que habrían observado estructuras cónicas o del tipo funnel entre las nubes.
A favor de la hipótesis de microrráfagas (aire frío que baja rápidamente desde la tormenta, golpeando la superficie a gran velocidad) tenemos aquellos elementos inconsistentes con la posibilidad de tornados.
Estos son, principalmente, una falta aparente de patrón circular en los daños, las imágenes de radar también son en principio inconsistentes, y además los vientos tuvieron patrones de variabilidad en la dirección e intensidad que no coinciden con un vórtice central.
Mas allá de esta discusión, dos cosas son ciertas:Radar de Ezeiza del 4 de abril
Primero, que el evento fue una tormenta severa del tipo bow echo (o eco de arco): Reciben este nombre por la forma que toman en las imágenes de radar (remarcado en negro en el radar de ayer).
Este tipo de frentes generan ráfagas de viento intensas y muchas veces generan tornados asociados a los costados del arco.
El otro punto cierto es que realmente no se pueden sacar conclusiones hasta que no se realicen las investigaciones necesarias para determinar el movimiento de las ráfagas (entre otros factores, se debe determinar si hubo un patrón circular o lineal en los daños).
El Servicio Meteorológico Nacional dispuso un encuentro de especialistas para evaluar estos elementos a partir de la próxima semana y poder determinar el tipo de evento.