En la última década, los científicos se han dado cuenta del fuerte impacto de las tormentas de polvo y arena en el clima, la salud humana, el medioambiente y muchos sectores socioeconómicos. Las principales fuentes de estos eventos son las zonas áridas de África, la península arábiga, Asia central y China. Australia, Estados Unidos y Sudáfrica también aportan pero en menor medida a estos eventos. Las estimaciones mundiales de emisiones de polvo, calculadas con modelos de simulación, varían entre una y tres gigatoneladas al año.
El polvo suspendido por las tormentas puede trasladarse miles de kilómetros, llegando a cruzar el Océano Pacífico o el Atlántico. Vistas desde el espacio, estas murallas de tierra y arena dejan al descubierto que pueden abarcar grandes extensiones de la superficie del planeta. Mas allá de las consecuencias climáticas, también ocasionan dificultades cotidianas como la reducción de visibilidad, con problemas asociados para viajar. También pueden sepultar caminos, matar plantas y animales, y cambiar la topología del terreno.
Impactantes tormentas de arena desde el espacio (redes sociales).
Efectos en el clima y el medioambiente
Los aerosoles, en particular los polvos minerales, influencian la atmósfera y generan consecuencias en el clima mundial y regional. Las partículas de polvo tienen la capacidad de actuar como agentes formadores de nubes depende de su tamaño, forma y composición. Al mismo tiempo, también influyen en el crecimiento de las gotitas de agua y los cristales de hielo de las nubes, lo que afecta la cantidad y la ubicación de las precipitaciones.
Impactantes tormentas de arena desde el espacio (redes sociales).
El polvo suspendido también funciona de forma similar al efecto invernadero: absorbe y dispersa la radiación solar que entra a la atmósfera de la Tierra, reduce la cantidad de radiación que llega hasta la superficie, absorbe la radiación de onda larga que rebota desde la superficie y la reemite en todas direcciones. Aunque la mayoría de las tormentas de arena ocurren en la península de Sahara y de Arabia, pueden ocurrir en cualquier lugar donde haya un clima seco y suelo arenoso. Incluso pueden ocurrir en áreas que normalmente no son secas si, por cuestiones estacionales, hay clima mas seco del habitual.
Al depositarse en la superficia, el polvo se convierte en una fuente de micronutrientes tanto para el ecosistema continental como marino. Se cree que el polvo del Sáhara fertiliza el bosque lluvioso del Amazonas en Brasil, y es sabido que el hierro y el fósforo que el polvo transporta benefician la producción de biomasa marina en partes de los océanos en las que hay escasez natural de estos elementos.
Impactantes tormentas de arena desde el espacio (redes sociales).
Sin embargo, el polvo también tiene efectos negativos, como por ejemplo en la agricultura, generando la reducción del rendimiento de los cultivos al enterrar los plantones, la pérdida de tejido vegetal, la reducción de la actividad fotosintética y el incremento de la erosión del suelo. El polvo también puede afectar la producción de las plantas de energía solar, en particular de aquellas que dependen de la radiación solar directa. Los depósitos de polvo en los paneles solares son una principal preocupación de los operadores de plantas.
Cuidando la salud
Finalmente, el polvo en suspensión también constituye un grave riesgo para la salud humana. El tamaño de las partículas de polvo es clave al determinar el potencial peligro para la salud. Si las partículas, por su tamaño, se pueden inhalar, pueden quedar atrapadas en la nariz, boca y la parte superior del tracto respiratorio y se pueden asociar a trastornos respiratorios como el asma, la traqueítis, la neumonía, la rinitis alérgica y la silicosis.
Impactantes tormentas de arena desde el espacio (redes sociales).
Sin embargo, partículas más pequeñas pueden penetrar hacia la parte inferior del tracto respiratorio e ingresar al torrente sanguíneo, desde donde pueden afectar todos los órganos internos y causar trastornos cardiovasculares. Por lo tanto es fundamental cubrirnos y evitar respirar sin filtros el aire cuando vemos que hay polvo en suspensión.