Un espectro de Brocken, también conocido como espectro de montaña, es una particular sombra magnificada que se puede proyectar sobre las áreas superiores de las nubes en la cara opuesta al sol. Se manifiesta como una gran silueta oscura con bordes indefinidos rodeada de un halo de luz solar, similar al del arco iris.

El fenómeno puede aparecer en cualquier ladera de montaña neblinosa o banco de nubes, o incluso desde un avión. Su nombre se origina en que podía verse con relativa frecuencia en el pico Brocken de los montes Harz, de 1142 metros de altitud en Alemania, debido a las frecuentes nieblas de la región.

¿Por qué es tan elusivo?

Este fenómeno no es fácil de observar: para que el espectro de Brocken se forme, es fundamental que la luz del sol esté en un ángulo y posición específicos respecto al observador y la nube. La posición del sol debe ser baja en el horizonte, generalmente cercano al amanecer o al atardecer, para poder observar el fenómeno. Al mismo tiempo, el observador debe encontrarse en el borde superior de una capa de nubes, sobre el cielo despejado y sereno.

La luz solar es la que logra que nosotros seamos proyectados como una sombra en las nubes, y esa misma luz del Sol se refleja en las gotas de humedad para crear una circunferencia de colores suaves, un halo de luz denominado "gloria, que rodeará la sombra. El efecto está causado por la difracción de la luz visible.

En China, a este fenómeno se lo denomina Luz de Buda. A menudo se observaba en montañas altas cubiertas de nubes, como Huang shan y el monte Emei. Es un fenómeno del que se tiene constancia por primera vez en 1780, gracias a las anotaciones del teutólogo y científico naturalista Johann Esais Silberschla.