El pasado lunes, 5 de agosto de 2024, el Huracán Debby tocó tierra en Florida, dejando una huella imborrable en la historia reciente del estado. A lo largo de su trayectoria, Debby pasó de ser una tormenta tropical en el Atlántico a convertirse en un huracán de categoría 1, desatando su furia sobre la costa este de Florida y causando daños significativos en varias comunidades, además de cinco personas fallecidas.

Debby se formó como una depresión tropical en el Atlántico Central a finales de julio de 2024. A medida que avanzaba hacia el oeste, las cálidas aguas del Atlántico alimentaron la tormenta, que rápidamente ganó fuerza y se convirtió en huracán el 2 de agosto. El Centro Nacional de Huracanes comenzó a emitir alertas para la costa este de Florida, ya que las proyecciones indicaban que Debby seguiría una trayectoria que la llevaría directamente a la península.

Fuertes ráfagas de viento, lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas, consecuencias de la llegada del huracán.

El 5 de agosto, Debby tocó tierra cerca de West Palm Beach, en la costa sureste de Florida. Con vientos sostenidos de hasta 185 km/h y ráfagas aún más fuertes, el huracán trajo consigo lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas y destrucción masiva.

Así se vió el impacto de Debby en Georgia.

El impacto devastador de este huracán se sintió en un primer momento en las comunidades costeras. West Palm Beach y las áreas circundantes experimentaron marejadas ciclónicas que elevaron el nivel del agua varios metros por encima de lo normal, inundando vecindarios enteros y dejando muchas viviendas bajo el agua. Los residentes que no evacuaron a tiempo se vieron atrapados por las crecientes aguas, lo que llevó a operaciones de rescate a gran escala.

Marejada ciclónica. Implica la entrada del agua del mar cuando ocurre el azote directo de un huracán sobre la costa.

En Fort Lauderdale, las lluvias intensas provocaron inundaciones repentinas que convirtieron las calles en ríos y causaron daños en la infraestructura, incluyendo el cierre temporal del aeropuerto internacional de la ciudad. Los hospitales locales también se vieron desbordados, atendiendo a cientos de personas heridas por la tormenta, lamentablemente se han reportado 5 muertes hasta el momento.

Inundaciones provocadas por la tormenta.

Este huracán causó daños extensos a la infraestructura de Florida. Las líneas eléctricas fueron derribadas por los fuertes vientos, dejando a millones de personas sin electricidad durante días. El sistema de transporte también fue gravemente afectado, con carreteras y puentes dañados o completamente destruidos, lo que dificultó las labores de rescate y recuperación.

Bomberos realizando tareas de rescate y provisión de alimentos a personas atrapadas por la tormenta.

A pesar de la devastación, la respuesta al Huracán Debby mostró la resiliencia y determinación de las comunidades afectadas. El gobierno estatal, en coordinación con agencias federales como FEMA, desplegó rápidamente recursos para ayudar en la evacuación, el rescate y la recuperación. Se establecieron refugios de emergencia en todo el estado, y se movilizó a la Guardia Nacional para apoyar en las labores de rescate y mantenimiento del orden.

Este huracán estuvo muy lejos de convertirse en el más potente de la temporada 2024 en Estados Unidos y, si bien fue muy leve en comparación a los huracanes más destructivos que azotaron al país en el pasado, su breve recorrido sobre Florida y Georgia dejó un saldo de cinco fallecidos y numerosos destrozos, como consecuencia del viento, las ráfagas y las graves inundaciones, que se produjeron por el aumento en el nivel del mar y las fuertes precipitaciones.