Un nuevo informe publicado en el portal Nature Geoscience indica que los ciclones tropicales podrían convertirse en nuevas amenazas para algunas de las regiones y ciudades más pobladas del mundo.
Los huracanes o tifones suelen fomarse en latitudes bajas donde encuentran condiciones favorables para su formación y posterior intensificación, tanto por las temperaturas cálidas de la superficie del mar como por la poca cortante. Pero según el informe, los investigadores creen que estos fenómenos podrían migrar hacia los polos como respuesta al cambio climático.
Ocurrencia de huracanes y tifones registrados en el mundo.
Las simulaciones de climas cálidos del pasado, como el Eoceno y el Plioceno, muestran que los ciclones tropicales pueden formarse e intensificarse en latitudes más altas que las de las condiciones preindustriales. Las observaciones y las proyecciones de modelos para el siglo XXI indican que estas tormentas pueden volver a migrar hacia los polos, lo que plantea profundos riesgos para las regiones más pobladas del planeta.
Estudios anteriores ignoraron en gran medida los procesos complejos que ocurren a escalas temporales y espaciales de tormentas individuales, ya que están mal resueltos en los modelos numéricos. En este estudio, dirigido por Joshua Studholme, se revisó esta física de mesoescala, concluyendo que los huracanes y tifones del siglo XXI probablemente ocuparán un rango de latitudes más amplio que las de los últimos 3 millones de años.
Los huracanes y tifones traen serias consecuencias para las poblaciones que encuentra en su camino.
Como resultado, se ve una amenaza creciente para las regiones de latitudes medias, que incluyen algunas de las ciudades costeras más pobladas del mundo, como Nueva York, Beijing, Boston y Tokio.
En los últimos años hemos visto casos de algunos huracanes que han afectado a latitudes mas altas del promedio. Tal es el caso del huracán Henri, en el año 2021, o la tormenta subtropical Alpha en 2020, que tocó tierra en Portugal. Ya que aún no hay una causalidad directa entre el cambio climático y los eventos de catástrofes naturales, es clave intentar comprender cómo el clima futuro podría multiplicar las amenazas para la población en todo el mundo.