Este fotógrafo intenta plasmar en estas espectaculares imágenes, qué tan pequeños somos ante la naturaleza.
La inmensidad de lo natural en primer plano, y el ser humano presente en una perspectiva ínfima. La imagen de una persona pequeña: a fin de cuentas, eso somos frente al mundo. Estas fotografías han sido registradas por un paisajista italiano, de nombre Gustav Willeit, quien ha enlazado cada una de ellas para formar parte de una serie que bautizó como PERAT II.
La naturaleza es belleza, creatividad y un lugar donde uno puede desconectar del agobiante día a día en el que muchos vivimos. Respirar aire puro, sentirse alejado del mundo, pero unido a algo esencial, ya que el fin y al cabo somos seres vivos y formamos parte de este planeta y su ecosistema.
Aficionado por esta misma naturaleza, en las imágenes Gustav refleja esa sensación de sentirse pequeño frente al mundo. Y así es como cada foto presenta una silueta humana en solitario, que transmite esa fragilidad de la humanidad frente a la naturaleza.
En la naturaleza, saliendo de nuestra rutina diaria, podremos afrontar nuestros problemas desde una perspectiva diferente, analizar las cosas en un espacio relajante, sin presiones y con unas preciosas vistas que alimentarán nuestra vista y nuestro corazón.
"Las montañas, representadas en su arquitectura de variantes increíbles y sombras cromáticas infinitas, revelan otro elemento esencial pero invisible: el silencio, el tipo de silencio que invita al espectador a escucharlo… Este silencio no se ve perturbado por la presencia de la figura humana, que se coloca en estos paisajes como un intento de presentar un elemento familiar y comprensible. Sin embargo, el efecto es todo lo contrario: la figura humana no es tranquilizadora sino que escapa a la razón al generar un sentimiento de insensatez e impotencia", comenta Gustav en una nota a un medio alemán.